domingo, 28 de febrero de 2010
Poema sucio /Ferreira
Poema sucio
No tiene la misma velocidad el domingo
que el viernes con sus compras
ajetreadas
aumentando el tráfico y el consumo
de jugo de caña helado,
ni tiene
la misma velocidad
la azucena y la marea
con su ejército de burbujas y ardientes carabelas
penetrando sombrías en el río
en otra lentitud que la del crepúsculo
que, en lo alto,
con su gran engranaje averiado
molía la luz.
Otra velocidad
tiene Bizuza sentada en el piso del cuarto
doblando las sábanas lavadas y
planchadas,
arreglándolas en el cajón de la
cómoda, como
si la vida fuese eterna.
Y era
en ese su universo de almuerzo y
condimentos
de hojas de laurel y de pimienta
negra
mastuerzo para la tos rebelde,
universo
de ollas y cansancios entre las paredes de la cocina
dentro de un gastado vestido de
percal,
en fin,
donde latía su pequeñito corazón.
Y si no era
eterna la vida, dentro y fuera del armario,
lo cierto es que
teniendo cada cosa su velocidad
(la de la chancaca
oscura, clara
la del agua
que se derrama)
cada cosa se alejaba
desigualmente
de su posible eternidad.
O
si se quiere
desigualmente
la tejía
en su propia carne oscura o clara
en su transcurrir más profundo que el de la semana.
Por eso no es cierto decir
que es en domingo cuando mejor se ve
la ciudad
-las fachadas de azulejos, la Calle del Sol vacía
las ventanas trancadas en el silencio
cuando ella (...)
http://amarrandolapacienciaaunarbol.blogspot.com/2007_09_01_archive.html
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